Después de la primera transmisión de los cinco episodios de “It's a sin” en el canal británico Channel 4 el pasado 24 de enero, Taron Egerton compartió en su perfil de Instagram: “¡Qué programa tan increíble!”. La estrella internacional (Elton John en “Rocket Man”) no fue la única que se quedó sin aliento: la serie de Russell T Davies es uno de los mayores éxitos del canal, con un total de 6.5 millones de espectadores, y el hashtag #ItsASin superó rápidamente los 83 millones de apariciones.
“I’ts a sin” es la historia de un grupo de amigos, en su mayoría homosexuales. Ritchie (Olly Alexander), Roscoe (Omari Douglas), Colin (Callum Scott Howells), Jill Baster (Lydia West), Ash (Nathaniel Curtis) quienes dejaron atrás su pasado para unir su sed de libertad y celebración en el mismo departamento. Hijos de inmigrantes o de pequeño burgueses de provincia, el Londres de 1981 será su Eldorado. Incluso encontraron un grito de gratitud una noche cuando Ritchie, disfrazado de cantante, pronunció una “A” alta que, desde entonces, toma el lugar de su saludo o incluso algo más.
El apetito por la música, la risa, la ropa extravagante para salir y el sexo es enorme, y no son pocos artículos de miedo los que amortiguarán el calor. Además, ¿quién puede creer que una enfermedad fatal afectaría inevitablemente a los homosexuales? La realidad se impondrá insidiosamente: un chico que abandona las pistas de baile, manchas extrañas en un brazo, tos persistente, daño cerebral. Algunos se toman las cosas en serio muy rápido, otros pasan de la negación a la duda, de la duda a la muerte.
De la fiesta a la muerte
Russel T Davies sabe perfectamente cómo capturar una época con lucidez y coraje. El coraje para afrontar las peores preocupaciones que puede suscitar la marcha del mundo (en esto las anticipaciones de “Years and Years” fueron aterradoramente realistas) o para volver a la horrible falta de reacción de cuerpos que condenan a millones de personas, a menudo jóvenes, hasta la muerte.
Donde la soberbia película de Robin Campillo “120 latidos por minuto” acercó los inicios del levantamiento asociativo contra la apatía culpable de los poderes públicos, “It’s a sin” con sus cinco capítulos de sesenta minutos, nos hace vivir cronológicamente la emancipación, la celebración y la explosión sexual, la negación y el drama. Aquel a quien también le debemos la popular serie “Queer as folk” aborda el terremoto vivido en el ámbito familiar, la soledad de los jóvenes que pasan sin transición de la celebración a la muerte. En el Reino Unido, al comienzo de la epidemia del sida, los pacientes fueron literalmente encarcelados en habitaciones cerradas con llave y les arrojaban la comida por la puerta.
Si bien la mayoría del elenco está conformado por extraños brillantes, Neil Patrick Harris hace una aparición conmovedora y Stephen Fry interpreta a un político conservador impecable. “It’s a sin” es una serie llena de alegría, música (incluido, por supuesto, el famoso éxito de Pet Shop Boys), vida y drama que sin duda marcará de forma permanente al público espectador.
LAT