La vida de una familia muy peculiar y disfuncional es el centro de una serie que tuvo su origen en la televisión inglesa y, como el ingenio de Hollywood lo demanda, decidieron hacer su propia versión estadounidense. Así, como lo critico, caigo, pero intento escapar de mi propio agujero al decir que, ciertamente la segunda versión se volvió entrañable incluso desde la primera temporada y me volví un fan.
Quizá fue uno de los pocos que terminó adoptando a los Gallagher porque de este lado del muro fronterizo al parecer no tuvo el éxito de raiting o jamás confiaron en ella. Debutó por acá en el canal iSat, después, se fue a otro de sus canales hermanos TNT y a TNT Series y salió del mapa. Aún así existen maneras de disfrutarla.
¿Qué hace o hizo tan especial esta serie? Es como siempre una mezcla de diversos elementos, un guion ingenioso, personajes encantadores, gracioso, divertido, a un paso de cruzar la comedia de situaciones pero clasificada en esa caja extraña que llaman dramedia. La historia sigue a Frank, un desastroso padre soltero y alcohólico, quién se esfuerza muy poco por educar a sus seis inteligentes, salvajes e independientes hijos. En realidad la verdadera responsable de sacar adelante a la familia es la hija mayor, Fiona, una joven que ha tenido que madurar antes de tiempo haciendo el papel de madre.
Resumir las once temporadas en unas líneas es complicado, al paso de los años además la trama tuvo la influencia de la salida de actores que se cansaron y decidieron seguir otro camino, algunos regresaron, otros no. Como suele suceder en las series de canales restringidos como Showtime, no existe censura, en sexo, lenguaje y diversas situaciones, eso le permitió explorar sin problema algunos temas sin tener presente la salida de anunciantes ofendidos.
En apariencia es una serie sobre la vida de una familia denominada "white trash" que al final después de tanta problemática se siguen queriendo. Bueno, el padre no porque es un inútil que sólo le hace la vida más complicada a los hijos, incluso en esta ultima temporada en que nos cambiaron la jugada con una estrategia dramática muy interesante.
De mis personajes favoritos, los hermanos mayores siempre van adelante, Fiona quien salió de la serie hace un par de temporadas siempre fue el eje de todo, costándole su propia cordura y cometiendo sus propios errores. Lip es el hermano siguiente, quien siempre está para apoyar. Al comienzo lo trataron como un genio académico, pero el alcoholismo trunco sus sueños. Están después Ian y su ahora esposo Mickey, que dieron como resultado la pareja mejor conocida como Gallavich, que desde la primera temporada se convirtió en una favorita de los fans. En algún momento ambos actores salieron brevemente de la serie para volver con fuerza como la pareja principal de la serie.
Disfruté cada episodio y por eso la recomiendo, por lo mismo podría pasarme líneas y líneas platicando sobre ello, pero lo importante es llamar la atención sobre una serie encantadora, divertida, sin vergüenza, que al final ofrece un mensaje de hermandad y apoyo a aquellos que están cerca de ti.
LAT