A lo largo del tiempo, las mascotas se han convertido en un miembro más de la familia y como se ha vuelto cada vez más común el deseo de conservar un buen recuerdo de ellas. Lo que pocos saben es que cada vez hay más fotógrafos dedicados a las mascotas, como es el caso de Alejandra Morán, quien ha convertido estos recuerdos en su profesión. Originaria de Mexicali, desde pequeña, Morán sabía que quería trabajar con algo relacionado a los animales y le fascinaban las fotografías de National Geographic, pero el camino no fue precisamente claro.
Durante sus estudios en Medios Audiovisuales tuvo un cambio drástico en su vida: por un lado, fallece su perrita sin que tuviera muchas fotografías para atesorarlas y por otro lado llegó Nina, la primera gata en su vida “empecé a documentar todo su avance porque ella llegó peloncita, flaquita, desnutrida, con una patita mala… poco a poco ella fue confiando en mí, yo fui confiando en ella, hasta el final la metí a mi casa y se convirtió en mi compañera”. Nina fue la inspiración de Morán para ser voluntaria en Gente por los Animales A.C. donde comenzó a tomar fotografías de los animales en adopción para promoverlos.
Eventualmente, decidió ofrecer sus servicios como fotógrafa de mascotas, para su sorpresa había personas realmente interesadas en ello “me empezaron a llegar muchos mensajes… fotógrafos hay y muy buenos, pero no se enfocan 100% en el perrito o el gatito y yo lo que busco es que sea el protagonista”. Morán ha trabajado con varias mascotas, la gran mayoría sin entrenamiento o apenas unos comandos, pues lo que más valora es que las familias puedan tener un buen recuerdo de sus familias peludas, como las llama ella “de las cosas que sí tomo en cuenta es que los perritos van a ser perritos y tenemos que tener la paciencia con ellos, ir al ritmo de cada uno y llevo cositas para ellos, voy preparada para que el perrito se sienta lo más cómodo posibles”.
La mayoría de sesiones se agendan a través de su página, redes sociales o teléfono con una planeación previa “platico con ellos para conocer su historia con sus perritos, cómo llegaron a sus vidas, lo importantes que son para ellos, porque eso me ayuda mucho a crear yo la historia, hago un pequeño stroyboard de cómo va a ser la sesión en base a lo que ellos me dicen”. A partir de ahí, “dependiendo de la personalidad es como voy moldeando la sesión”. Hay perros que requieren una sesión de juegos intensa, o quienes son más desconfiados y protectores “con los perritos es tener paciencia para conocerlos, que ellos te huelan, te conozcan, se adapten a ti”.
De acuerdo con Morán, las sesiones más retadoras son con gatos o perros muy energéticos “con los gatos es buscar que se acostumbren a tu presencia en un corto lapso, muchas veces con las sesiones de gatitos ponemos musiquita ambiental, usamos feromonas, algún tipo de aromaterapia o catnip pero más que nada es estar ahí y muchas veces susurrando con sus humanos”. Morán agrega “incluso cuando ya te ganaste su confianza, en el sentido de ya voy a ir a ver qué está pasando, si haces algún movimiento en falso, pueden salir corriendo”.
A lo largo de su carrera, Morán ha encontrado a otras personas que comparten su filosofía con las que ha colaborado, como ha sido Mascotte, la Nana de Mastocas, Gran Can, Dog Dog y Lina Palafox, con quien tiene planeadas más sorpresas para los doglovers . Asimismo, ha colaborado con asociaciones como Gatos para Todos y AMAR haciendo sesiones con causa para recaudar fondos“ha sido muy interesante conocer a un montón de gente que se dedica al bienestar de los perritos y gatitos”.
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