Una parte importante de la tenencia responsable es conocer los distintos cambios que experimenta un perro a lo largo de su vida y la manera en que su desarrollo influirá en su alimentación. Es por ello que Full Trust organizó la charla “¿Qué pasa en el organismo de nuestros perros en la transición de cachorro a adulto?” con el MVZ Serafín Rodríguez. El especialista señaló que así como es importante la edad, también lo es el tamaño, ya que “cada uno tiene factores diferentes, se desarrollan en diferentes tiempos y es por ello que también necesitan nutriciones diferentes”.
Así pues, los perros de raza chica (aquellos que pesan menos de 10 kilos) se desarrollan más rápido llegando a la adultez en un año de edad, pero envejecen más lento, entrando a la etapa senior a partir de los siete años. Por su parte, los perros grandes (de 25 a 45 kilos) son cachorros hasta el año y medio, pero su etapa senior comienza a los seis años. Este fenómeno se acentúa en las tallas gigantes (más de 45 kilos) que se consideran adultos a los dos años y senior a partir de los cinco años.
Algunos de los cambios que pueden observarse en sus primeros meses de vida son:
• 0 a 2 semanas. Comienzan a abrir los ojos
• 3 semanas. Escuchan, defecan y orinan por sí solos
• 5 a 8 semanas. Ocurre el destete, los cachorros se independizan de su madre
• 7 a 8 semanas. Momento en que pueden ser separados e irse a una nueva casa
• 8 a 10 semanas. Salen los dientes temporales
• 8 a 12 meses. Llegan a la maduración sexual, por lo que son capaces de procrear
Los cachorros necesitarán más nutrientes que los adultos, ya que durante esta etapa ocurren muchos cambios importantes para su desarrollo que podrán repercutir en el resto de su vida “lo que nosotros necesitamos para darle una excelente calidad de vida al perro es una buena nutrición”. Una de las bases de su alimentación es la proteína “recordemos que el sistema digestivo del perro es meramente carnívoro, por lo tanto la proteína que aprovecha es la de origen animal”. En este sentido, un lactante requiere un 25% de proteína, un cachorro 20% y 18% en la etapa adulta.
El especialista hace hincapié en que “una cosa es la proteína que tiene el alimento y otra cosa es la proteína que va a digerir el perro. No es lo mismo tener un alimento que está hecho a base de proteína animal donde por lo menos el 90% se va a aprovechar que un alimento que esté hecho a base de algún vegetal donde tal vez el 65% o menos es lo que se va a digerir”. Por esta razón recomienda optar por los alimentos premium, mismos que normalmente cuentan con estudios y tazas medidoras para que los cuidadores sepan qué cantidad implementar en cada etapa.
A grandes rasgos, los perros requieren de una dieta balanceada entre grasas, carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales. En el caso de las razas chicas, es importante cuidar las calorías de su alimentación, ya que no son perros que realicen demasiado ejercicio; por otro lado, las razas grandes requieren atención en los minerales, que los ayudarán en el desarrollo de sus huesos y pueden prevenir problemas articulares tempranos al llegar a senior.
LAT