Un tema controversial entre paseadores, entrenadores y dueños de perros es el acceso a los parques caninos: por una parte, estos espacios ofrecen un espacio abierto y seguro donde los canes pueden correr y ejercitarse libres de correa mientras conviven con otros perros. Por otro lado, justo por el hecho de ser un espacio abierto y público, puede ser un foco de enfermedades e infecciones cuando no cuenta con el mantenimiento indicado, además de que el contacto entre perros puede desencadenar en una pelea.
Una parte fundamental para que los parques caninos puedan ser espacios agradables tiene que ver con la forma en que nosotros nos responsabilizamos de las acciones de nuestra mascota, conocemos la actitud de ella y la preparamos previamente para esta actividad. En primer lugar, habrá que seleccionar un parque en óptimas condiciones: terreno amplio y limpio sin heces fecales, cercas de seguridad en buen estado con una entrada de dos puertas, preferiblemente con áreas separadas por tamaños, bebederos de agua y dispensadores de bolsas.
También es importante que lleves a tu perro en las mejores condiciones posibles, es decir, con su cartilla de vacunación actualizada (especialmente en el caso de la rabia) esterilizado y debidamente entrenado para obedecer a tu llamado. Llevar a un perro enfermo sólo contagiará a otros y las perras en celo pueden crear un alboroto entre los visitantes del parque. Recuerda llevar al parque la correa y collar de tu perro, bolsas para popó y opcionalmente agua en caso que no confíes en los bebederos públicos.
Antes de ingresar al área canina, lo más recomendable es pasear a tu perro para que se canse un poco y se relaje antes de ingresar a un lugar donde puede recibir demasiados estímulos. Una vez en el parque, permite que se tome su tiempo en la entrada antes de ingresar y observa el comportamiento de los demás perros para asegurarte que no lo recibirán de manera agresiva. Dependiendo del tamaño de tu perro, lo ideal es que permanezca en el área designada, ya que en caso de que los juegos sean demasiado bruscos o se dé una agresión es más sencillo que los perros de razas pequeñas salgan ilesos entre perros de su mismo tamaño.
Un punto esencial en la convivencia con otros perros es conocer muy bien a tu perro, aquellas cosas que le alegran, las que lo ponen nervioso y su lenguaje corporal para así identificar si se encuentra cómodo o es momento de retirarse del parque, no todos los perros disfrutan de este tipo de espacios y otros tantos se molestan con la presencia de perros desconocidos. También es importante distinguir el juego de la agresión: los perros que se preparan para atacar normalmente tienen una postura rígida, con el pelaje erizado, la boca cerrada y atentos a su alrededor. En todo momento mantente atento de la actividad de tu perro y los demás caninos a su alrededor. Finalmente, recoge las heces de tu mascota y motiva a los demás usuarios del parque a mantener el sitio limpio y seguro para todos.
Andrea Rodríguez. No.1117. 080219