Que la cerveza es una bebida deliciosa no hay duda y quien diga lo contrario, peca gravemente de ignorancia; que si quita la sed, podría ser; que si tomar una “chela bien muertita” en un caluroso día de verano es una de los placeres más grandes que existen, es indudable.
Pero de ahí a decir que sirve para hidratarse es un gran error: las bebidas alcohólicas no hidratan y, por lo tanto, no deben sustituir al agua de ninguna forma, más aún, cuando se consume cualquier tipo de alcohol, es necesario beber agua, no sólo “para que no se te suba”, sino también para evitar deshidratarse, ya que la deshidratación es una de las principales causas de la resaca y del dolor de cabeza posteriores a la ingesta de cerveza (o de cualquier otro tipo de alcohol), por no mencionar la pérdida de líquidos debido a la orina que suele ser más constante cuando se bebe cerveza, entre otras cosas porque el alcohol, es azúcar.
En primer lugar hay que destacar la importancia de mantenerse bien hidratado porque la mayor parte de nuestro cuerpo es agua y mantener la cantidad de agua es necesario para que éste funcione correctamente, por lo que se recomienda beber por lo menos dos litros de agua al día, y en la temporada de calor, puede que un poco más debido a las pérdidas que se producen por el sudor.
Uno de los primeros órganos que afecta la ingesta de alcohol es el cerebro, y uno de los primeros efectos no es “atontar” o “matar las neuronas como se dice popularmente, sino que inhibe la producción de vasopresina, también conocida como la “hormona anti-diurética” que es una sustancia segregada por la glándula pituitaria que se encarga de regular la retención de líquidos en el cuerpo, de ahí que los riñones, en segundo lugar, dejan de controlar el “balance de fluidos” y aumenta la secreción de orina. Éste desbalance hace que se expulse más líquido del que entra, de allí que se deshidrate el cuerpo.
Algunas de las malas consecuencias de pasarse de copas son el dolor de cabeza, las náuseas, los vómitos y el mareo… Y al día siguiente, la resaca que son ocasionados por la deshidratación, por lo que una de las cosas que se recomienda es rehidratarse, de ahí que muchas veces se toman sueros o bebidas rehidratantes como si se acabara de hacer ejercicio.
Una de las tentaciones más frecuentes en el verano es tomar una cerveza bien fría para refrescarte, no hay que dejar de hacerlo, pero con moderación y sin olvidar tomar agua.
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